miércoles, 5 de octubre de 2022

Anónimo / Como barro
































Como barro en las manos del alfarero,
que a voluntad expande y a voluntad comprime,
así nosotros en las tuyas, misericordioso:
recuerda el pacto y no nos des la espalda.

Como piedra en las manos del tallista
que a voluntad repara y a voluntad quiebra,
así nosotros en las tuyas, vivimos o morimos:
recuerda el pacto y no nos des la espalda.

Como el hacha en las manos del herrero
que a voluntad funde y a voluntad fragua,
así nosotros en las tuyas, amparo del pobre:
recuerda el pacto y no nos des la espalda.

Como el timón en las manos del marino
que a voluntad conduce y a voluntad se pierde,
así nosotros en las tuyas, piadoso y buen Dios:
recuerda el pacto y no nos des la espalda.

Como el vidrio en las manos del soplador
que a voluntad modela y a voluntad deforma,
así nosotros en las tuyas; Tú que olvidas errores y pecados:
recuerda el pacto y no nos des la espalda.

Como trama en las manos del tejedor
que a voluntad alinea y a voluntad sesga,
así nosotros en las tuyas, Dios celoso y vengativo:
recuerda el pacto y no nos des la espalda.

Como plata en las manos del joyero
que a voluntad depura y a voluntad adultera,
así nosotros en las tuyas, oh sanador:
recuerda el pacto y no nos des la espalda.



Traducción: Gerardo Lewin




De autor anónimo, este clásico piyyut (poema litúrgico) compara nuestra relación con Dios a distintos tipos de artesanías y materiales.

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