Él me miró de reojo
y me dijo, con piedad o con ira:
- Si no lo sabes aún,
ya nunca lo sabrás.
Le dije entonces, sin ira ni piedad
y mientras lo miraba de reojo, divertida:
- Sé qué es el amor.
Sólo quise comprobar
tus habilidades lingüísticas
y tu destreza idiomática.
También buscaba un poco de ira
o de piedad con las que reviviera la pasión
y que no comenzáramos a aburrir
uno al otro hasta pelear
para después pedir disculpas.
Eso me destruye.
Sé qué es el amor:
yo, por ejemplo, te amo.
Traducción: Gerardo Lewin
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