lunes, 10 de febrero de 2020
Yael Globerman / No comí del árbol del conocimiento
No comí el fruto del árbol del conocimiento.
Pensé que el secreto estaba en lo podrido,
en las hojas que se arrojaron a tierra
desde una altura de diez pisos.
Pude ver las flores que caían,
ejecutando una solitaria muerte en el jardín,
y cómo regresaban, con la fuerza de lo oscuro,
a las raíces.
No me arrepiento.
El saber me hubiese vuelto
pesada y dubitativa.
Para mí, el fruto más maravilloso
fue tu rojo corazón.
Traducción: Gerardo Lewin
Yael Globerman es poeta y traductora. Nació en Tel Aviv, hija de padres polacos que emigraron a Israel tras el Holocausto. Estudió Arte en La Haga y Cine en la Universidad de Tel Aviv. Vivió cerca de una década en EEUU. Sus traducciones de los más importantes poetas de habla inglesa contemporáneos son publicados en los principales periódicos y revistas culturales israelíes. Su obra su traducida al inglés, francés, alemán y otros idiomas.
Recibió los premios AKUM (2000) y Mifal Hapais (2002), y obtuvo en 2008 la beca Fulbright para participar en el taller de escritura de la Universidad de Iowa.
Publicó la novela Menanaya et ha-etz/Sacudiendo el árbol (Kinneret, Tel Aviv, 1996) y los poemarios Alibi/Coartada (Helicon, Tel Aviv, 2000) Oto HaNahar Pahahmiym/Dos veces el mismo río (Helicon, Tel Aviv, 2007).
Extraordinario poema, sin duda. Es la sabiduría de la que habla Yael la que le abre las puertas al hombre a su verdadera identidad. La ora, por más que alcance inimaginables dimensiones, no ha podido siquiera revertir la inmensa herida-sepultura a la que ha sido condenado el hombre sobre estas tierras desoladas.
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