Estás triste y estoy triste,
se nos nota en la mirada.
Ven, amiga,
el día es demencial:
compartamos un almuerzo.
En la mesa hablaremos
de esto y de aquello,
de la isla que se hunde en el mar,
de Adán padre y Eva madre,
de los ángeles del cielo...
y si ocurriera que ángeles
no hubo ni habrá,
volvamos a ese asunto
de Eva y de Adán.
Traducción: Gerardo Lewin
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