autorretrato
Alguna vez leí en un famoso poemario
que si un poema aparece en el lugar adecuado
puede llegar a detener hasta una guerra.
Dejé entonces uno mío
en el antepecho de la ventana,
la noche entera junto al plantín de menta.
A la mañana siguiente le habían brotado
dos hojas nuevas a la menta
y unas motas de polvo cayeron sobre el poema.
Pero en las cercanías los hombres aún cargaban sus pistolas
y el dolor era algo real. Respiré el polvo
y vi cómo se alzaba y dispersaba,
buscando un sitio más significativo
sobre el cual depositarse.
Traducción: Gerardo Lewin
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