Este poema debe ser leído en voz alta
en un cuarto pequeño
con sólo una ventana
que dé, con preferencia, al mar
(pero si no se encuentra mar, una autopista servirá lo mismo).
Se debe intentar sentir la humedad
en la punta de los dedos,
repasar los versos del final al comienzo,
hasta que el ruido empiece a apagarse,
hasta que la página empiece a deslizarse
y pensándolo bien no es necesario un cuarto,
no es necesario el mar
(quizás la autopista resulte imprescindible)
no es necesaria la humedad
ni en la punta de los dedos
no es necesario
un poema.
Traducción: Gerardo Lewin
Boaz Yaaniv nació en 1980. Vive en la ciudad de Beer Sheva. Es activista político y social. Estudia para recibir su licenciatura en Literatura Hebrea y Universal en la Universidad Ben Gurión. Participó en la creación del grupo "El Búho de Piedra" generador de tours de poesía y que ha devenido en difusora de la Revista DAKA.
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