domingo, 5 de junio de 2016

Shajar Mario Mordejai / Historia del porvenir




















Ya terminaron esos sufrimientos.
No más llantos. En un antiguo álbum
ves el rostro de un niño judío
quince minutos antes de morir.
Tus ojos están secos.
Calientas la tetera,
tomas té, comes una manzana.
Vivirás.
    
«Sentencia de vida», Adam Zagajewski,
traducido del polaco por Renata Gorczynska





Prometen, otra vez, la nueva era.
Ya puedes verla: en posición fetal,
su nacimiento está cercano. Dicen:
“será un mundo nuevo”, pero ésta
es la historia del porvenir:

En algún sitio, en un punto de la línea del tiempo,
se solicitarán acreditación y documentos.
Será un empleado de una oficina pública
o un oficial de aduanas en un aeropuerto,
aunque en cualquier edad del mundo podrá
un gendarme requerir tu identificación.

Vale decir: en algún lugar alguien habrá que falsifique pasaportes

y en algún momento se dispondrá un ejército a invadir una ciudad.
Llámense Praga, Bagdad o Nueva York. Cualquier nombre es posible.
Cosas - muchas - ocurrirán al amparo de la noche.
Golpes en la puerta, arrestos rutinarios.
Un padre a quien arrancarán de brazos de su hija.
Su desaparición.
Mucho sucederá, también, a plena luz del día.
Robos.
Violaciones.
Matanzas.
En el mercado del pueblo y en la bolsa de valores, 
actividad normal,
al igual que el pogrom.

Pronto se sumará la muchedumbre:
escribirán grafiti contra esta o aquella minoría
en tal o cual contexto. Exigirán se dicte
la prohibición de entrar al continente, 
al país o al supermercado.
En la puerta habrá un cachorro aguardando a su dueño,
alguien dejará atrás sus libros y sus fotografías,
sus viejas mantas, el lujoso sillón en el que fue feliz
y a su amante,
pero no olvidará llevarse un sobretodo
con bolsillos. Eso, mientras pueda fugarse
con su propio rostro, con algo de efectivo.
Muchos escaparán a pie
y otros huirán en el ferrocarril.

No hay fugitivo sin su perseguidor.
Para cada refugio hay una tormenta.
El mundo es la culata de un revólver
y la noche, el centelleo de la luz policial.

Un hombre al menos - ¿acaso tú? - vagará
por la ruta, ansiando llegue ya el final. 
Allí está, vedlo,
recostado contra la muralla de sombras;
los botes que navegan la corriente del río
y las patrullas que recorren el puente
lo atrapan
por un breve segundo.
Salta.
O se queda, pero logra desaparecer,
como un paisaje entrevisto a través de la ventana.

¿Eres tú aquél que está mirando? 



Traducción: Gerardo Lewin



Shajar Mario Mordejai nació en 1975 en Haifa. Actualmente reside en Tel Aviv. El nombre "Mario" es en recuerdo de un abuelo italiano. Es egresado de la Facultad de comunicación y Ciencias Políticas de la Universidad de Haifa. Ha escrito tres poemarios y en la actualidad se dedica a la docencia. En 2010 ganó el concurso de poesía de la Municipalidad de Tel Aviv, "Poesía en las calles". 

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