por haberle hecho un mal
a alguien, por causarle
un daño gratuito.
Allí se está, en lo alto,
manejando el mundo
a la distancia.
No hagas preguntas,
como las hizo Job
con sus penurias:
cuál es la razón, por qué
fue tan inclemente tu destino.
De nada sirve preguntar,
quejarse o sollozar.
Nadie te responderá
y sólo obtendrás desilusión.
Nunca jamás preguntes nada.
¿Por qué lo has hecho?
¿Cuál fue el motivo?
¡No preguntes!
No sirve.
No sirve de nada.
Traducción: Gerardo Lewin
Avraham Akner (1907-?) nació en Mosty, Ucrania. Se desempeñó como poeta y periodista y escribió en los idiomas idish y hebreo. Publicó los poemarios MeMaamakim / Desde las profundidades (Ed. Alef, Tel Aviv, 1984), Peamei Stav/ Huellas otoñales (Ed. del autor, Tel Aviv, 1987) y A lid iz guevoirn / Ha nacido una canción (Idish. Ed. del autor, Tel Aviv 1987). Participó en la redacción del informe Mosty-Wialka, vida cotidiana y destrucción de una aldea judía (Tel Aviv, 1975). Sobreviviente del Holocausto, consagró sus obras al recuerdo de familiares y conocidos asesinados.
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