domingo, 9 de enero de 2011

Cantar de los Cantares 8






















¿Quién viene a mí desde el desierto,
sobre el amado, amada derramada?

Desperté bajo el manzano tu deseo:
aquí naciste de tu madre,
aquí te concibió.

Grábame como un sello en tu corazón,
como una marca en tu brazo.
Porque es tenaz el amor, como la muerte,
y la pasión retornará de los abismos.

Son suyas ígneas flechas, incendios son sus dardos.
Ingentes aguas no calmarán su fuego,
los ríos de la tierra no podrán sofocarlo.

Si diera un hombre su casa y todo lo que es suyo
por amor -

el mundo lo tendría por tonto, por ridículo...



Versión - libérrima - de Gerardo Lewin



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