lunes, 18 de abril de 2011

Nathan Zach / Ya que andaba por aquí



















Alrededor de mi nombre se ha formado
una costra tan pesada
de problemas y hábitos
que es difícil (hasta para mí)
atravesarla y vislumbrar su rostro.
Golpeo a su puerta y no me contesta.

Duerme. Salió para poner en orden sus asuntos,
quizás todavía no; está otra vez ocupado
y ya hay gente que lo aguarda
o le dio una rabieta y decidió no volver.

No pienso esperar. No. No tengo tiempo
para desperdiciarlo en él: que descanse en paz
o que no descanse, si es que de mí depende.
Si fuera por mí, que se le parta la cabeza.
Otra visita inútil. Un día más, perdido de antemano.
Debe existir algún yo diferente en otra parte.

Aunque, ya que andaba por aquí,
intentaré con uno o dos conocidos
o quizás la próxima semana.


Traducción: Gerardo Lewin

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