En todos los poemas
sólo intento explicar
quién
fue Aviva
y no lo consigo
Bien. Me disfrazo de Aviva
con el cabello violeta,
con las manos bastas
y el corazón tierno
pero incluso al sentir el miedo
que sintió Aviva
no soy exactamente ella
ni ella es, en realidad, yo.
Yo ando lejos de casa
mientras que Aviva siempre
permaneció en la suya.
Murió en silencio
y yo no quiero,
de ningún modo,
callar.
Poco a poco mi mundo
se transforma en Aviva:
sus ojos enverdecen,
me ama
y se preocupa por mí.
Traducción: Gerardo Lewin
Chaya Levy nació en 1967. Cursó estudios de Filosofía en la Universidad Hebrea para completar un segundo título en Literatura Hebrea. Cursa actualmente el doctorado de Literatura Hebrea. Vive en Modi´in y es madre de dos niñas. Obtuvo el Premio Opera Prima del Ministerio de Cultura. Publicó Ajalti Prajim/Comí unas flores (Ed. ITON77, Tel Aviv 2014), Ajat Jaya/Una viva (Pardes, Haifa 2018) y Meusheret VeAtzubá/Feliz y triste (Ed. ITON77, Tel Aviv 2020).
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