sábado, 16 de enero de 2016

Dan Pagis / Retrato

























El niño
no se queda quieto.
Se me hace difícil trazar su perfil.

Dibujo una línea
y se multiplican las arrugas del rostro,
cargo el pincel,
los labios se deforman, el cabello encanece,
la piel se desluce y desprende del hueso. 

Ya no está.

El viejo se ha ido y yo,
ya, ya estoy yendo.



Traducción: Gerardo Lewin

1 comentario:

Ele de Lauk dijo...

El tiempo no se queda quieto. Este comentario ya es historia.