Durante
muchos años mi laboriosa madre
nos cuidó
de pequeños
en la ínfima
casita donde vivíamos.
Como yo era
un poco más grande,
jugaba a
cuidar a los demás.
Mi madre,
que sabía cómo ahorrar
un centavo
tras otro,
hacía
maravillas con su pobre salario.
Cuando me
compró el abono
del
servicio filatélico
no hubo
niño más feliz que yo.
Otra vez,
jugando a la pelota,
un
compañero de la primaria
me dijo frente a los otros chicos:
Tu mamá
trabaja de sirvienta.
Traducción: Gerardo Lewin
Abijai Kamji (1963) es poeta y escritor. Vive en Jerusalén, es activista social y obtuvo distinciones por su trabajo comunitario y cumple tareas de voluntariado. A raíz de haber enfermado de cáncer, escribió una suerte de diario autobiográfico: Cuaderno del Cáncer/Reshimón Sartán (Tzur Ot, 2011). Poemarios: Ir/Lalejet (Tzur Ot, 2012), Orientarse solo en la oscuridad/Lenavet Levad bajoshej (Carmel, 2013), Andar por Jerusalén/Holej BeIrushaláïm (Kesheb LeShirá, 2015) y Antigua Katamón/Katamon HaIeshana ( Emdá, 2016). Obtuvo el Premio Primer Ministro a la creatividad.
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