viernes, 20 de julio de 2007

Dalia Ravikovitch / Fin de caída



















Si un hombre cae de un avión en mitad de la noche
sólo Dios puede recogerlo.
Dios se le aparece en el cielo nocturno,
lo toca y disuelve sus penurias.
Dios no reclama su sangre
pues la sangre no es el alma.
Dios no acaricia sus miembros
pues el hombre no es la carne.
Dios desciende sobre él, alza su rostro y lo contempla.
A los ojos de Dios, el hombre es un niño pequeño
que con dificultad se alza en cuatro patas, quiere andar;
que se siente alado y quiere volar.

El hombre está aún confundido, no sabe
que flotar es más grato que arrastrarse.
Dios quiere acariciarle la cabeza
pero se detiene,
no desea intimidarlo
con señales de amor.

Si un hombre cae de un avión en mitad de la noche
solamente Dios conoce cuál es el fin de la caída.



Traducción: Gerardo Lewin




Dalia Ravikovitch nació en Ramat Gan (Israel) en 1936. Aprendió a leer y escribir a los tres años. Sus primeros poemas aparecieron en la revista literaria Orlogin, editada por el poeta Abraham Schlonsky, quien la estimuló a continuar escribiendo. En total, DR publicó diez volúmenes de poesía. Además, escribió prosa y literatura infantil. También tradujo poesía al hebreo. Su poema más conocido es Bubá Memukenet (Muñeca Mecánica). Poemas suyos han sido traducidos a 23 idiomas.

2 comentarios:

elescaramujo dijo...

el hombre cayendo del avión me trajo recuerdos de los Versos satánicos de Salman Rushdie. por otro lado el texto plantea temas acerca de la materialidad o subjetividad del hombre. y esa imagen de Dios, dubitativo: la intimidación que produce el amor!increíble texto Gerard. increíble traducción.besos.

gabrielaa. dijo...

me encanta Ravicovitch - la leo en inglés. te dejo
esto que hice - el poema en hebreo está acá