Me entrenaste
para no llorar frente a la desdicha,
para morder mi
rabia y detenerme antes
de que el suelo
arda bajo mis pies. Me abrazabas
poco para que añorase
el roce de toda otra piel,
para que
respondiese a cualquier otra caricia.
Tienes un corazón
fantasma
y cuando escucho que
mi voz se trocó en la tuya
oigo un eco.
Ya no miro hacia
atrás. Veme ahora:
soy, en resumidas
cuentas, mi pasado.Traducción: Gerardo Lewin
Sigal Ben Yair nació en Haifa, Israel, en 1970. Se diplomó en arqueología y se especializó en literatura hebrea comparada. Ha publicado poemas en diversas revistas especializadas. En 2011 publicó su primer poemario.
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