Felices los que siembran y no cosechan
pues se alejarán, errantes.
Feliz el generoso, el que da y derrama
su esplendor juvenil sobre la luz del disperso día
y en el cruce de caminos renuncia a sus tesoros.
Feliz del soberbio cuyo orgullo sobrepasa los límites del
alma
y se transforma en la clara humildad
que sigue al arcoiris si atraviesa una nube.
Felices los que saben,
su corazón los llama desde el desierto
su corazón los llama desde el desierto
y en sus labios florecerá el mutismo.
Felices ellos pues serán sumados al latido del mundo,
vestirán la túnica de la desmemoria
y será con ellos sempiterno silencio.
Traducción: Gerardo Lewin
Abraham Ben-Itzjak (nacido Sonne, Galizia 1883 – Tel
Aviv 1950) fue un poeta israelí. En 1938 se radica en Tel Aviv,
luego de la ocupación alemana de Viena. En 1950 muere a consecuencia de la tuberculosis.
Sólo alcanzó a publicar once poemas en toda su vida, los cuales (junto a
algunos otros, inéditos) fueron redescubiertos tras su muerte. Fue amigo de Elias
Canetti, con quien se encontró en 1933. Canetti lo retrata como el doctor Sonne
en sus libros autobigráficos, en los que aparece como un erudito interesado en
la religión, la filosofía, la psicología y la sociología. Fue también amigo de James
Joyce y de la poeta Leah Goldberg.
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