sábado, 17 de febrero de 2018

Yejezkel Rajamim / Diáspora y nostalgia






















Mosaico de montañas y de nubes aquí, en mi ventana.
Día a día, un gran lago se extiende
a orillas de esta callada piecita de exiliado
—que sólo se pronuncia para pedirme
veintidós bolivianos a cambio de silencio.
El general de papel sonríe desde el billete: ¡no temáis!

Respira, respira —me dice ese otro cielo. Los rayos del amanecer,
como dedos del dios, penetran a través de la cortina 
—una sábana colgada de tachuelas.
Afuera, insomnes, las cuestas de los montes
(nada vibra en lo maligno, nada en absoluto vibra): ¡Vive! 
Silentes, distanciados, las laderas nos ofrecen compartir angosta senda
con dos alpacas, burros, 
ovejas atadas por las patas las unas a las otras
y una piara de cerdos.

Desde un recodo, entre los arbustos, me observa una extraña llama:
sus ojos son negras porcelanas y piensan, de seguro, lo mismo que yo:
"¡Oh! ¡Qué ser inverosímil acompaña mi paso por las rocas!
Sus ojos blandos de bondad, aunque empapados de nostalgia".


(Isla del Sol. Bolivia. 2013)




Traducción: Gerardo Lewin



Yejezkel Rajamim es poeta, editor y narrador. Nació en Jaffa en 1971, en el seno de una familia numerosa. Su padre era albañil. Se crió en hogares institutos y con familias sustitutas. Obtuvo becas de estudiante destacado y se graduó en la Universidad de Tel Aviv, para luego seguir cursos de doctorado en Francia. Obtuvo el Premio Primer Ministro en 2012 y el Premio Ministerio de Educación 2016. Este poema pertenece a un libro que narra sus travesías por América Latina, ajshav hanesiáh/ahora, el viaje.

2 comentarios:

EG dijo...

menamoré ;)

Anónimo dijo...

y yo, miriam. compartamos este amor hacia y admiración hacia él. ¿ te parece? susana zazzetti.